«Puedo quedarme, si quieres…»
Espera. No. No te quedes. Vete… y, si puedes, llévame contigo. ¡O aún mejor! Quédate y me iré yo. Dormiré en tu cama, y tú en la mía; usaré tus tazas y tú… no, mejor no uses las mías, por favor. Pero, ¡piénsalo! Podemos declararle la guerra al concepto posesión. Si quieres, o como dices tú «si quieres», te comparto qué quiero yo y así, si queremos lo mismo o casi-igual, claro – sin quererlo demasiado, podemos querernos sin pisarnos las carencias, sin sernos un estorbo o rayar en redundancias. ¡Imagina! Solo pido que no te quedes si no estoy. Si me voy, más allá de donde alcanza tu vista (a otra habitación, o si cargando mi mochila, mi café y mi sombrilla desaparezco, como el camión de la basura, entre las calles del barrio), por favor, pregúntame si puedo quedarme, allí, contigo, donde me alcance tu voz. Prometo susurrar en tu oído «Puedo quedarme, si quieres», así, a media voz, pero por ahora no, mejor vete, vete y llévame contigo.
Reblogueó esto en RELATOS Y COLUMNAS.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Beautiful romantic lines if you want I can sit beside you to hear you! 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona