Por falta de tiempo, me digo y me miento. Sencillo, pero convincente; no temo admitirlo, incluso, podría gritarlo: ¡me miento y soy buena en ello! Un día no me alcanza cuando entrelazo excusas en mi cabeza. Carezco de fuerza para serme honesta, ¿o será la costumbre? Elijo. Elijo determinación, cuando anticipo compañía; elijo compañía cuando anticipo determinación… Pero, basta. Es noche buena… Ya basta.
