Lo que queda
– tan poco ya –
sería suficiente
si durase.
Ángel González
Anoche, un ex-compañero de colegio me pidió sugerencias de lectura para distraerse de su grado en biología marina. Se inclina al nihilismo activo, pero no lo sabe. Yo, al pasivo por pecar de tonta.
En fin, que le diagnostiqué males asociados, y le envié mis sugerencias: Desgarradura de Emile Cioran, Humano, demasiado humano de Nietzsche, y La náusea de Sartre.
Mientras, esta boticaria lleva días automedicándose con Ángel González y su Nada grave. Pesimismo vitalista le llaman, pero son versos que se tragan de una, como tequila sin limón.
Soy Una Sombra y Leo poemas. Hay que ser muy valiente, Vista cansada y Ambigüedad de la Catástrofe… Llorar no hace daño, emborracharse en versos tampoco. Es solo que sospecho… Sospecho que mi botica es una armería.