El olvido es nuestra parte más humana.
Nadie menciona la basura llena de gusanos, el arroz plagado de insectos, la superficie barata dañada por la humedad de un vaso abandonado, la planta agonizando – muerta de sed – en el tiesto con tierra oxidada, las hojas de ventana cubiertas de polvo y mugre, el espejo salpicado por la pasta dental, la mancha de aceite en la estufa sin limpiar, el mango del sartén con el tornillo sin ajustar, la foto sin enmarcar ya descolorada, la herida sin sanar por falta de cuidado, el crucigrama sin terminar, las manchas de café en la toalla de cocinar, la puerta entreabierta que no sabes cerrar, los medicamentos expirados, los mensajes sin responder, la arena en los bolsillos del pantalón usado para ir a la playa, el comentario a mitad – añejándose en cabeza ajena…
Son detalles que importan demasiado y olvidan mencionar.